Sin querer estoy en la misma banca de hace dos años. Acompañada de este frio clima que se parece a mi. Espero mientras aún vivo. Hoy no siento nada por él y estoy dudando si ayer lo sentí. Creo que no, creo que ya me resigne a que no será para mi y siento que ya no es lo mismo que hace unas semanas.
A todos nos molesta que nos hagan esperar pero ésta vez llegué media hora antes, porque necesitaba sentirme cómoda en el lugar y no hacerlo enojar por si él llega antes. Miro el parque medio vacío, limpio para ser media semana y haber llovido por la mañana.
Veo gente pasar, y recuerdo a todos los que conocen mi historia y me repiten que no vale la pena. Yo lo sé, pero soy así. Aterrizo y veo mi reloj sin evitar ver mis marcas, esas cicatrices llevan su nombre en un lenguaje que aunque yo se lo niegue mirándolo a los ojos, sabe lo que significan. Traigo en mi bolso esa sensación que te carcome las ganas, que te resta días felices y que te hace vivir en otoños, inviernos anticipados. Peor que el clima frio es la soledad y yo ya no estoy sola, aunque así parezca.
Estoy abrigada de frases por contar, que sí estoy mucho mejor, que se me fueron las ansias de necesitarlo y que funcionó el hacerme creer que estoy mejor sin él. Se oyen risas de escolares que cruzan por el parque y el olor de mi perfume que lo extraña.
A veces invento conversaciones en mi cabeza, en ellas me anticipo, puedo ser yo o descubrir fingiendo quien puedo llegar a ser. Mientras espero repaso todas mis palabras para no equivocarme una vez más. Faltan diez minutos y en mi mundo ya no falta nada.
Me agradó ver ayer al de la danza, por ratos pienso en esa personita pero me escapo casi arrastrándome de ese sentimiento que no quiero confundir, que no quiero forzar, que no quiero herir. Hace frío, no estoy nerviosa y sigo escribiendo, no se porque hago esta tontería de esperar. Podría buscarme otro fácil, por qué tiene que ser él, por qué me hago este daño si yo sé que él nunca llego a amarme.
Ha sido difícil desde el día en que intenté arrancarte de mi vida, desde el día en que me fui, he llorado por las noches repitiéndome que soy fuerte, me he vuelto vulnerable a las críticas porque si. No sé realmente cuanto valgo y si soy suficientemente buena para merecer que me mintieras. No son notorias mis dudas porque finjo estar bien. Me he acostumbrado a estar tardes sin ti, pero no a extrañarte. Aún no entiendo como es que yo te puedo querer, soy la única que te conoce realmente, nadie lo sabe ni siquiera tú y no te juzgo; entiendo que una mentira te lleva a otra, pero no te preocupes guardaré tu identidad y tu gran miedo a sentirte solo… Eso fue parte de lo que planee decir antes de que me interrumpiera su presencia.
Era miércoles, tenía una mano congelada y la otra me sudaba de tanto escribir, levanté la cabeza y sonreí. Sentada en esa banca blanca que conocía de él sin haberlo visto antes, bastó recordar desde el principio por qué me quede a su lado sabiendo que no era para mí.
Gracias por venir - le dije. Sonreí una vez más y no olvidé todo lo que quería decirle, pero lo guarde para cuando invente otra excusa para verlo, aunque sea unos minutos en mi mente.
1 comentario:
Hoy leí en tu espacio
Luego quise escribir
Al ver que iba despacio
Solo me puse a dormir
Un niño entro en mi sueño
Sonriendo casi gritando
Aquí esta el pequeño
Que estuviste anhelando
El hombre abrió los ojos
El niño ya no estaba
A pesar de los enojos
Todo o nada ya quedaba
Luego vi en la mesa
Lapicero y cuaderno abierto
Y entre líneas una promesa
Estaré cuando todo sea incierto
Unas líneas mas abajo
El niño escribió por mí
Ya te hice aquel trabajo
Y esto dice así
Sembré una semilla de amistad
En la tierra del quizás
Solo veo tu mitad
La riego y tu no estas
Quisiera verte reír
Quisiera verte llorar
Tengo muchas cosas que decir
Y ya no puedo parar
Creo que se me paso la mano
Pues la regué demasiado
Hable con el que nunca fue mi hermano
Entendí lo que no era apropiado
Aquel de los tatuajes
Sin saber lo que pasaba
Me confeso de tus mensajes
Y que el ya no te amaba
Luego entendí todo
Tu no quieres sanar
No encuentro ningún modo
Para hacerte alegrar
El campeón ya no quiere danzar
Busca y no hay motivación
Perdió las ganas de luchar
Pues aprendió la lección
El campeón fue derrotado
Por aquel de brazos gruesos
El día esta nublado
Me quebró hasta los huesos
El llego primero
No quise llegar tarde
Te voy hacer sincero
Esto si que me arde
Una vez me preguntaste
Tu donde estabas
Sentí que me mataste
Sin decir lo que esperabas
Siempre estuve ahí
Ciego igual a ti
Ahora se lo que perdí
Porque el nos dejo así
Escondido tras mis entrenamientos
Debajo de un montón de peso
No quiero mas alientos
Que yo no valgo eso
Empapado en sudor
Mirando por el espejo
Que tu le das tu amor
Que suerte tiene ese pendejo
Mujer enamorada
El grandazo ilusionado
Mejor no digo nada
Que yo estoy muy cansado
Un día me quite
Que mas puedo pedir
Fue entonces que note
Que el te dejo ir
Esta es mi respuesta
No pido que comprendas
Esto si que cuesta
No daré mas ofrendas
Y que mi luz te acompañe
Pues la vida es un jardín
Donde lo bueno y lo malo
Se confunden y es humano
No siempre saber elegir
Y si te sientes perdida
Con tus ojos no has de ver
Hazlo con los de tu alma
Y encontrarás la calma
Tu rosa de los vientos seré
El Danzante
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