lunes, 27 de septiembre de 2010

El milagro de nombre Romina

"Mamá... Mamá" hablo bajito y el milagro ocurrió.



Dicen que "para el amor no hay edad". Ella nació teniendo amor. Hoy tiene tres años y a su corta edad el amor y esperanza de mucha gente como yo, que no la conoce, la acompaña.
Su cuerpo reacciona y no se deja vencer. Ella enfrenta una lucha sin poder moverse, pero no es necesario, eso no le impide ser para muchos y para mí, más que una lección de vida, un gran ejemplo a seguir.
Contra todo pronóstigo como los milagros suelen ocurrir en este mundo mortal, Romina hoy abrió los ojitos y llamó a su mamá. Esos labios tan dulces que se mojaban con lágrimas cuando sus padres le hablaban con ternura hoy se abrieron y dijeron "mamá... mamá...". En esas palabras no solo estaba llamando al ser que ella más ama, sino que se estaba aferrando a la vida y le estaba diciendo al mundo que ella quiere vivir.

Hace un mes le arrebataron el poder moverse. Una bala ingresó por su cuello y se alojó en su hombro, dañando una zona de la médula espinal. El doctor Shimabuku dijo que era muy grave y que el estado de Romina era irreversible.


Yo creo en los milagros, esos sucesos extraños que la ciencia no puede explicar, que suceden sin avizar y que sin escepción sorprenden. Lo maravilloso que nace con la esperanza y funciona con fé. Después de muchos días en espera Romina ya puede hablar, puede comer, lo que la colocó en ese estado de cuadraplejia no le puede impedir sonreir de nuevo, mejor que antes. Ella puede también enseñarle al mundo que está luchando por vivir.

Una verdadera heroína (Romina Cornejo) que nos demuestra que los que somos capaces de movernos con normalidad podemos hacer mucho más por demostrarlo.


viernes, 17 de septiembre de 2010

En la vida

En la vida se siente que se tiene más edad cuando te das cuenta recien que has amontonado años...

En la vida se ríe con amigos, se llora a solas, se goza con lo bueno, se explota de impotencia.
En la vida se bromea, se habla enserio, se hacen grandes tratos, se comparte la alegría.

En vida…
Se aprende de lo bueno y de lo malo que se vive. Se estudia, se trabaja, se tiene hijos.
En la vida se muere.
En la vida se tiene errores, se quiere retroceder el tiempo para arreglar lo que se ha hecho mal.
En ésta vida se cree siempre en algo, en alguien, o se cree que no se cree en Dios.

En vida…
Se conoce gente que se queda y gente que se va. Todas distintas y se cree que las conoces bien.
En la vida te enamoras, te decepcionas, te esperanzas, te vuelves a enamorar.
Se está seguro que se ama porque se siente. En la vida alguien inventó al amor.
En la vida se tiene nombre, eres alguien, te conocen, existes para alguien y por alguien.
Se vive satisfacciones que se van con los días, te das cuenta que no todo lo que cuesta es lo que realmente vale.
En la vida se cree que se tiene la razón. Se habla demás y casi ni se escucha.

En vida…
A veces no quedas como quieres. No son suficientes explicaciones para corregir actos.
En la vida no le caes bien a todos, te aman por lo que eres o te aman por lo que creen que eres.
En la vida eres héroe, eres villano, eres lo “máximo”, eres lo “peor”. Eres bonita o eres buena gente.

En vida…
Confían en ti, cometes un error y no hay recuerdos ni palabras que te hagan inocente.
Tienes oportunidades que no se esperan sentado y fracasos que si no superas te estancas.
En la vida no se vive de victorias pasadas.
Con vida te conozco, te hablo, te he visto, o te he escrito. Alguna vez me has leído o no recuerdas quién soy.

En la vida se cumplen años. Se aumentan cifras, se siente igual. Como hoy, como conmigo.
Gracias por haber sido parte de mi vida y compartir conmigo momentos, emociones, vivencias que quizá sean recuerdos buenos y malos, lugares…

Aún con vida te doy gracias por compartir conmigo éstas letras…

Veronika Alvarado Blanco

jueves, 16 de septiembre de 2010

Es la nada

Se mojó la cara para limpiarse de los tristes días. Se miró al espejo y se dió cuenta que no desaparecen por un día que se levante porque está cansada de ahogarse en llanto. Se secó con su manga, caminó hacia su cama y se dejó caer. Sintió que la melancolía la abrazaba y la atraía a no ver hacia afuera. Estaba descalza desde hace mucho tiempo, pero los demás ven botas de cuero.
Se enterró entre sus sábanas y se volvió a mojar. Se desbordó el río de la tristeza, como el primer día que se dejó vencer. Motivos sobran cuando está sola. Alejada de sus sueños, de la gente, de su nombre equivocado, de su pasado. Y si no hay una razón, cuando siente el vacío, que se come sus sonrisas. Es la nada caprichosa.
¿Qué haces aquí? - Le pregunté. Ella me escucha a lo lejos y no para de llorar.
Confiezo que me quiebra verla...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Presidaria

Escribir me desencadena de quien soy todos los días.


Escribir me hace libre de razones, de presiones morales y de toda persona que me quiera juzgar. Aunque mi celda no recibe visitas. Y a veces me marginen porque no puedo pronunciar lo que quiero expresar ecribiendo. Libero a mi orgullo, a mi llanto, a mi deseo, la impotencia que siento por la cotidianidad. La farsa de mis días que quiero cambiar. Puedo arrancarme los sentimientos y convertirlos en letras. Empapo mis hojas blancas y siento que vivo; me enfermo y me curo. Coloco el punto final y vuelvo a estar presa por mi misma, por como soy, mas soy libre si escribo porque siempre existirá alguien que me lea. Solo escribiendo soy libre de cadenas dentro de mi cárcel, mi propio cuerpo o lo que a simple vista ves de mí.

ATTE: Ex presidiaria cuando escribe.

jueves, 2 de septiembre de 2010