martes, 18 de enero de 2011

F-E-L-I-Z

Este verano tenía planeado ir a Ilo. Regresar al puerto donde nací, donde la gente tiene otro color de piel y una sonrisa como la mía.

Deseaba ir a la playa, broncearme y regresar a Lima con una
tez que hable por si sola, sueño con meterme al mar, dejar que el vaivén de las olas haga una danza ritual dándome la bienvenida, caminar sobre la arena y meter mis pies en la orilla y sentir en una falsa percepción como el mar se aleja de mí.

Amo mi puerto, su gente, sus calles, la tierra que empolvaba mis zapatos de niña, el sol que tostaba mi piel en verano y las cremoladas de mango de la señora de la esquina. Los atardeceres desde mi ventana no son iguales sin la brisa del mar ileño.
Extraño aquellos años que se han ido y a la ves he acumulado en forma de recuerdo. Hoy estoy aquí, en Lima.




No pude viajar porque se me presentó una oferta de trabajo y estudio, pero estos días de verano tienen lo suyo. Mis días casi copados de tareas, mis salidas a cumples, una nueva amistad, las ganas de pasar los ocho meses y más.

Estoy con esas ganas que no tenía pero que ansiaba tener, me siento drogada de espectativas, lo principal y lo que hasta este momento no había podido decir.

Estoy feliz.

1 comentario:

Sebastian Medina dijo...

Hola, que agradable entrada, y que bueno te sientas Felíz,.

Saludos